viernes, 29 de abril de 2011

Se presentó el festival Azabache...

De izquierda a dererecha: Vicente Battista, Javier Chiabrando,
Leonardo Oyola, Juan Terranova y Fernando Del Río.

domingo, 10 de abril de 2011

(Trash) Muppets de balcón

Cumpleaños de Selva Almada.
Vía Lu & el Rusi Millán Pastori.

miércoles, 6 de abril de 2011

Carne Argentina Colección Otoño

Leonardo Oyola/Romina Doval/Jonás Gómez/Marcos López
Jueves 7 de abril, 21.00/Bar de La Tribu [Lambaré 873]

martes, 5 de abril de 2011

Vía Carne Argentina IV

los alces no registran el hecho de que me siento uno con la naturaleza/ y está bien que así sea, que exista esta separación/ de uno que mira y los animales que hacen (de El dios de los esquimales, Diatriba, abril de 2011)



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Los Carne somos muy malcriados: desde que empezamos a traer poetas al ciclo no podemos tener una noche de lectura sin uno cerca. Para la Colección Otoño invitamos al escritor y dibujante Jonás Gómez (pavada de nombre, señor). Jonás nació en 1977 en Capital pero ahora vive en Munro, muchos lo conocimos en el 2009 cuando ganó el prestigioso premio literario Indio Rico con Equilibrio en las tablas. Fogwill y Silvio Mattoni oficiaron de jurado y la editorial Mansalva difundió al ganador. La consigna del concurso era escribir un epinicio, es decir, un poema o serie de poemas dedicados a la gloria de un deportista. Los versos de Jonás festejan la consagración en una competencia de skater (y el aterrizaje es la guillotina/ que decapita a todos los oponentes/ voy al final del recorrido con los puños en alto/ no necesito mirar/ los carteles numerados de los jueces/ sé que este año/ el trofeo lo llevo al barrio).

Ese mismo año, se sumó al proyecto de P.L.U.P que le publicó una plaqueta de nombre "Zorzales en munro". También tiene publicados poemas en Las Afinidades Electivas y en su propio blog. Este mes sale editado El dios de los esquimales por la editorial Diatriba.

Los Carne estamos muy contentos de recibir a Jonás el jueves 7 de abril en el Bar de La Tribu. Y ansiosos por escuchar esos poemas sobre zorzales que nos prometió entonar.

lunes, 4 de abril de 2011

Vía Carne Argentina III

Este año sumamos una nueva sección al ciclo: LA TRADUCCIÓN o, mejor dicho, LOS TRADUCTORES. Queremos invitar a los traductores porque ellos son los que acercan lo lejano, creando una nueva obra. Debutamos con Romina Doval que viene a leernos fragmentos de El Tutú, el único libro de Léon Genonceaux, alias Princesse Sapho, publicado originalmente en 1891. Poco y nada se sabe del autor: que nació en 1856, que fue uno de los primeros editores de Los Cantos de Maldoror del Conde de Lautréamont y de Arthur Rimbaud, que tuvo varios juicios legales por cuestiones de derechos y por ultraje a las buenas costumbres (con Rabelais y Sade hubiesen hecho yunta), y que murió en Estados Unidos.

De su traductora argentina sabemos un poco más. Romina nació en Buenos Aires en 1973. Es docente y traductora literaria. Publicó el libro de cuentos Signo de los tiempos. En el año 2004 ganó el premio "Ciudad de Arena" de género fantástico. Su primera novela, Desencanto, fue premiada por el Fondo Nacional de las Artes en el año 2007 y publicada en el 2009 por el sello Mondadori. Sus cuentos y notas han aparecido en revistas y antologías tanto nacionales como extranjeras. Residió en Francia durante diez años y actualmente vive en Buenos Aires.

Después de leer esta monada, ¿te lo perderías?

Dios mío, ¿cómo es posible que no podamos vivir sin cagar? Por más que usted comparta la mesa con la mejor compañía del mundo, si de pronto le agarran ganas de cagar, pues tiene que ir a cagar. Por más bella que sea la muchacha que esté con usted, si de golpe le agarran ganas de cagar, pues tiene que hacerlo o reventar. Ah, maldito cagar, no conozco cosa más villana que cagar. Verá usted pasar una linda persona, muy mona y limpia, y dirá: Ah, qué bella sería si no cagara (de El Tutú, trad. Romina Doval, Club Burton, 2010)

domingo, 3 de abril de 2011

Vía Carne Argentina II

Inventamos el Ciclo Carne Argentina para tener un espacio propio donde leer narrativa. Pero al poco tiempo dijimos, ¿por qué no incluimos poetas? Y un par de años después nos preguntamos, ¿por qué no también cronistas? Y por qué no dramaturgos, cineastas, traductores, artistas plásticos, fotógrafos. Si las cosas que nos gustan leer son tan diversas y las manos que las escriben pueden hacer tantas otras cosas. ¿Por qué no? Es por eso que en la primera lectura del año nos acompaña el gran Marcos López, fotógrafo oriundo de los pagos santafesinos. No sé por qué siento lo que siento por la fotografía, pero me fascina ver ese momento captado en un segundo, tiene algo de truco de magia. Sigo la obra de Marcos hace muchos años, y a esta altura es imposible no reconocer una imagen suya a la distancia. No hace falta ver su firma para saber que se trata de una composición lopeciana. Dicen que el estilo es el hombre y el hombre, en este caso, es una mixtura de recuerdos de provincia y bizarría urbana. De desmesura, belleza y berretada. Me imagino que la palabra “composición” le debe gustar. En sus imágenes, Marcos compone escenas con personas vestidas de cierta forma, haciendo determinada cosa, transmitiendo tal o cual atmósfera, cómicas o melodramáticas, siempre excesivas, como actores de una pieza de sainete. ¿Por qué no? es la pregunta que nos hizo crecer, la pregunta que nos sacudió de prejuicios y autocensuras. Pensamos que el arte no tiene compartimentos o secciones como los diarios. Que el arte es lo que se expresa y la estética lo que nos emociona. Estamos felices y orgullosos de que Marcos venga a leer a Carne Argentina, sus textos nos encantan y de algún modo nos inspiran. Ojala a ustedes les pase algo parecido.

sábado, 2 de abril de 2011

Vía Carne Argentina I

El año pasado inauguramos la sección EL RESCATE, en la que un escritor o escritora viene a compartir una obra poco o nada conocida por el público. Para la Colección Otoño/2011 invitamos a Leonardo Oyola, que traerá entre manos un relato del gran escritor uruguayo Juan José de Soiza Reilly. Soiza, como le decían sus amigos, nació en Paysandú en 1879, residió en Entre Ríos y murió en Buenos Aires en 1959. Fue periodista, narrador y ocasionalmente dramaturgo. Se recibió de maestro normal y fue director de la biblioteca de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral. Durante la Primera Guerra Mundial trabajó como corresponsal para el diario La Nación. También colaboró en los diarios La Razón y Crítica y en numerosas revistas como Fray Mocho y Caras y Caretas. Algunas abuelas quizás todavía recuerden sus célebres programas radiales, donde popularizó las frases: “¡Arriba, corazones!” y “Se acabó mi cuarto de hora”. Publicó más de cuarenta libros entre novelas, cuentos, crónicas y misceláneas. Obras hoy inhallables como El alma de los perros (1907), Crónicas de amor, de belleza y de sangre (1911), La ciudad de los locos, aventuras de Tartarín Moreira (1914), Pecadoras (1924), La muerte blanca. Amor y cocaína (1926), Criminales (1926) y Las timberas (1927-28). Amigo íntimo de Evaristo Carriego, impulsor de la obra de Roberto Arlt, admirado y premiado internacionalmente, ninguneado por la elite literaria, Soiza fue el pintor visceral de la vida urbana y de los sucuchos donde merodean cocainómanos, ladrones y putas. El jueves 7 de abril Leo lee a Soiza, uno de esos inclasificables de la literatura argentina. ¡Arriba, corazones!