martes, 31 de julio de 2012

Entrevista en el S!C


Leonardo Oyola, de 39 años, originario de la localidad de Isidro Casanova, le adelanta a S!C parte de sus proyectos, entre ellos, la próxima novela de ficción que lanzará para el año siguiente.

Por Cinthia Bistolfi. Su libro “Kryptonita” ganó el premio al Mejor Libro del 2011, mención otorgada por la editorial Eterna Cadencia. El autor plantea que su novela trata de “quiénes fuimos” o “cómo es que somos”. Esto se enmarca en la evolución del grupo de amigos de “Kryptonita” y destaca que la amistad es uno de los temas que prevalece en las obras de su autoría.

¿En qué proyectos estás trabajando?Ahora estoy esperando a que salga mi primera novela infantil que se llama “Sopapo”, que sale en cuestión de días. También, este año voy a reeditar la primera novela que me publicaron “Siete & El Tigre Harapiento”, tiene que terminar de salir mi colaboración que escribí para la revista Orsai, ahora sale el cuarto episodio en el número 8 de la revista y faltarían otros dos para concluir. Ahora estoy liquidando unas cositas y me quiero poner a escribir una nueva novela. Por suerte se me han dado muchas cosas, hubo mucho trabajo, en fin, ha sido un año muy lindo y generoso.

¿En qué te basas para escribir tus libros, porque tienen ciertas cuotas de realidad?Es que uno no puede dejar de mirar ciertas cosas. Yo lo que siempre tengo claro es que lo mío es ficción. Entonces, tengo que partir de algo que es real y luego lo voy tuneando de acuerdo a la historia que quiero contar. Particularmente, es muy duro tratar de retratar los temas tal cual son y es ahí donde me permito las cuotas hacia la imaginación y hacia el delirio. Eso te da mucho margen y aire para escribir este género desde lo que conocemos, desde los estereotipos necesarios, y a partir de ahí me planto para escribir.



Una vez leí una nota que te hicieron en la que te preguntaban por qué escribís poesía en el lenguaje de los marginales, ¿cómo es eso?
En realidad eso fue una apreciación del periodista, no es que yo utilice un lenguaje determinado. Lo que yo hago es emplear el lenguaje que utilizamos cotidianamente y este va a variar de acuerdo al escenario de cada libro, como en mis historias predomina el género policial, los términos que empleo son más específicos de acuerdo al ámbito donde se desarrolla el relato.

¿Te retratás en la figura de algún personaje?Creo que todo escritor pone parte de sí en sus personajes. No hay un personaje que sea puramente “yo” sino que a cada uno de ellos les gusta algo que a mí me apasiona, como por ejemplo, la música, los recitales, salir con amigos, etc.

Si tuvieras que elegir uno de tus libros, ¿cuál sería y por qué?Esa pregunta siempre es difícil de responder porque son como mis hijos, producto de mi creación. No podría elegir uno por sobre otro porque cada uno de ellos aportó algo en mí. Al momento de escribir, siempre me encontraba en una situación distinta lo que hizo que cada creación fuese única y también produjeron cambios en mí, con ellos fui creciendo y madurando.



A grandes rasgos, ¿cuáles son los temas que aparecen en tus libros?No hay un tema común en todos ellos. Si puedo decir que generalmente se dan en un marco de la realidad que se mezcla con la ficción. Prevalecen los hechos cotidianos y de actualidad que son los que acostumbramos escuchar en las noticias. La amistad es uno de los temas fuerte que suelo tratar, todo lo que esté relacionado con el apoyo que te brinda un amigo en las buenas y en las malas.

¿Buscás generar un tipo de respuesta en tus lectores o transmitirles un mensaje en particular?No, para nada. No busco generar una conducta en el lector, además, por más que quisiera hacerlo, sería imposible que cada uno capte exactamente lo que yo quisiera transmitir porque cada persona hace una interpretación diferente sobre un mismo tema. Tampoco escribo para mí porque considero que eso sería una conducta egoísta de parte de un escritor. Lo que si valoro, y mucho, es que la gente haya leído mi material, más allá que les haya gustado o no, eso lo aprecio porque cada crítica me sirve para seguir trabajando sobre mi mismo y sobre lo que produzco.


Tu libro “Kryptonita” fue nombrado el Mejor Libro del 2011, ¿recibiste alguna mención del Municipio de La Matanza?
No, no recibí pero porque no se dio. Recuerdo que en una ocasión me habían llamado para realizar un encuentro pero yo justo tenía un viaje programado porque seguía con las presentaciones del libro. Igual tampoco hago esto para buscar reconocimiento sino porque me gusta y es mi pasión, aunque confieso que es lindo que a uno le reconozcan su trabajo, más si es de la tierra donde nací.

Para cerrar, ¿contame de la próxima novela que tenes pensada comenzar a producir?Se llama “Ultratumba” y la defino como un policial con zombies, pero no quiero utilizar el término “zombies”. Hace rato que quería hacer algo con el tema de los adictos al paco y me contaron que hay adictos que lamentablemente en la fase terminal sufren, lo que la jerga denomina, “el impulso”, que son de cuatro a cinco horas de movimientos hiperquinéticos donde se les da por correr y entrar en una etapa de locura. Todo eso, más las características físicas y lo que los adictos vienen perdiendo a consecuencia de la adicción, los lleva a convertirse en zombies. Entonces quería expresar eso en un grupo de veinticinco personas que están sufriendo ese impulso en el marco del pabellón de una cárcel. En ese escenario se gestiona un motín por tomar el control donde solo hay tres bandos: los policías, los adictos y los amotinados.

viernes, 27 de julio de 2012

Antes del fin

Hoy a las 22 vamos a estar hablando de la segunda edición de KRYPTONITA en http://www.radiolk.com.ar/ en el programa ANTES DEL FIN conducido por Juanky Jurado, Sebastián Varela del Río, Melisa Sansotta y Ezequiel Scher.

miércoles, 25 de julio de 2012

domingo, 22 de julio de 2012

sábado, 21 de julio de 2012

Las vidas rotas que aún viajan en el Sarmiento


No colgar los guantes. Una sensación de derrota y de tristeza se apropió de muchas personas que se salvaron en el accidente del 22 de febrero. Este texto enhebra anécdotas personales con la certeza de defender un servicio que signifique ilusión más que pesadilla.



lunes, 16 de julio de 2012

viernes, 13 de julio de 2012

Un pibe y mucha coquetería


(Por Fernando Castro NevaresComo entrevistador, el escritor Leonardo Oyola no pierde el eje. Pregunta y repregunta mientras su entrevistado, él mismo, confiesa la razón de sus tatuajes y habla de piropos recibidos y anhelados. Además, regala una autofoto.

Sus tatuajes, su look característico y la seriedad con la que suele fotografiárselo; ¿es una pose calculada para que, como todo escritor de policial que se precie, intentar parecer más rudo?

Naaah… Ni ahí. Es solo por coquetería. Lisa y llanamente. Si no sonrío para las fotos es porque no tengo el comedor completo. Por eso no quiero mostrar los dientes. Soy como el Grupo Sombras de Daniel Agostini: pura ventanitas.

¿No se arrepiente de tatuarse? ¿No piensa en cuando sea viejo?
No lo pienso dos veces. Lo hago. Es como escribir. Después de la primera vez que me tatué el título de una novela ya no pude parar de hacerlo. Más con todo lo que me dio CHAMAMÉ. Estaba en la mala. Me costaba seguir con la novela. Y este amigo y tocayo de apellido Monezuelas me dice que me lo escribe bien grande en el pecho, para que cuando me levantara y me mirara en el espejo fuera lo primero que viera. Y que así no me iba a quedar otra que seguirla… Tienen su humor los tatuadores. Unos jodones bárbaros. Monezuelas primero me escrachó MAMAME. Dijo que iba a hacer más guita. O que por lo menos iba a ser más popular… Hmmm. Qué se yo. Por ahí no estaba tan errado.

¿Por qué lo piensa?
Juan Terranova, un colega y muy querido amigo, cuando corregíamos las galeras del que iba a ser mi primer libro publicado me sugirió que abriera un blog para difundir lo que saliera de la novela. Y que para estar al tanto me gugleara. Yo no tenía Internet en mi casa ni acceso en el laburo; así que Johnny me enseñó. Cuando hicimos la búsqueda la primera página que aparece se llamaba Leonardo Oyola – Tu cola. Era de un taxi boy. Se ve, en esa época, bastante popular el muchacho. Ahí supe que para esto también, como mi homónimo, me iba a tener que pelar bastante el quetejedi.

¿Cual fue el piropo más lindo que le dijeron…
(Oyola interrumpe) Habíamos ido de madrugada a tomar algo a un bar de tacheros que está cerca de casa. Acodada en el mostrador, una travesti con anteojos de leer se estaba cosiendo un corpiño. Mi novia pide un café con leche. El encargado le pregunta si lo quiere acompañar con algo. Ella lo piensa un rato y le dice con un churro. A lo que la travesti, después de escanearme de pies a cabeza, le retruca a mi chica: “¿para qué querés si ya tenés uno?”

Le preguntaba por su obra. Que qué fue lo más lindo que le dijeron.
¡Ah! ¡Perdoná, man! Para mí el piropo es que te lean. Habiendo tanto para elegir si alguien le entró a una novela mía o algún relato… eso es hermoso. Muchos me dicen Tigre. Viene de la primera novela que escribí. Del título (Siete & el Tigre Harapiento). Y eso me cabe mil puntos. Porque ese apodo me lo gané escribiendo. Y porque ese apodo me hace recordar lo que soy en todo momento: un escritor.



jueves, 12 de julio de 2012

Poniendo el gancho



Este viernes 13 a las 15 voy a estar en la Feria del Libro Infantil y Juvenil en el Centro Municipal de Exposiciones, firmando ejemplares de mis novelas en el stand 152 de la editorial NORMA, pabellón A. El que se quiera acercar, ya sabe. Lo vamos a estar esperando.

miércoles, 11 de julio de 2012

Vivir de la escritura

“Cuando tengo pesadillas, la más recurrente es haber vuelto a trabajar en los lugares donde lo hice en relación de dependencia. Y no son pesadillas porque la haya pasado mal, o por lo menos la mayor parte del tiempo no fue así, si no porque me recuerdan lo incómodo y mal que me ponía estar haciendo algo que no era mi vocación. Le puse toda la onda, pero no era lo mío”. Leonardo Oyola, autor de Kryptonita, Hacé que la noche venga y Bolonqui, fue bibliotecario en una escuela, vendedor de ropa en un puesto de feria y hasta trabajó de albañil antes de darse cuenta de que, para vivir, necesitaba dedicarse de lleno a la escritura. “Para mí, vivir bien es poder manejar mis horarios y trabajar de lo que soy. Y soy un escritor. Si siguiera manteniendo mis trabajos anteriores estaría ganando más, pero estaría amargado, muy amargado”. 


Lejos del imaginario que los ubica en una casa frente al mar, fumando, tomando whisky y tipeando en una vieja máquina de escribir, los que se dedican a la literatura en Argentina suelen tener otras ocupaciones u oficios que les ayudan a llegar a fin de mes un poco más holgados que como lo harían si sólo dependieran de sus ingresos por la escritura. Muchos trabajan como periodistas, traductores, correctores u otros oficios relacionados con la palabra, pero no es extraño tampoco encontrarlos como repositores de supermercados, remiseros, vendedores ambulantes, o hasta limpiando piletas, como Félix Bruzzone, autor de Los topos y Barrefondo. 





“El dinero que me entra, ya sea poco o mucho, es generado por mi actividad como escritor. Además de los libros escribo relatos para diarios y revistas, críticas de cine, talleres, charlas y lecturas. Vivo con lo justo, y así y todo tengo una muy buena vida”, asegura Oyola. En Argentina son pocos los escritores que viven gracias al derecho de autor, en parte porque el tamaño del mercado es pequeño y además los obligaría a producir best-sellers todo el tiempo. Con respecto al mundo de consumidores de literatura, el escritor y profesor Martín Kohan dijo en una conferencia que si se juntaba a todos los lectores argentinos de literatura, no se alcanzaba a llenar una cancha de fútbol. 



“La literatura que hay que escribir para propiciar cierto grado de rédito económico, y además de propiciarlo, asegurarlo y hacerlo durar, a mí simplemente no me sale”, se confiesa Kohan, que cuenta con Ciencias morales y Bahía Blanca, entre algunas de sus obras. “Prefiero vivir como vivo, de la docencia, que es también una vocación que tengo, y complementar ese sueldo con colaboraciones en los medios, cursos o conferencias, y dejar que los libros rindan el rédito que toque, sin imponerles ni imponerme presión”. 



Del precio de tapa de un libro, un 10 por ciento queda para el autor. Según editoriales, la tirada promedio de una novela nacional ronda entre los dos y tres mil ejemplares Haciendo un cálculo rápido, por un libro que tiene un precio de tapa de 70 pesos, un autor percibirá, a razón de dos mil ejemplares, un total de catorce mil pesos. En un año, es un promedio de 1.166 pesos por mes. 





Dentro de los mercados de la literatura, el infantil desarrolló un campo mucho más profesional que el de los adultos. En ese sentido, Ana María Shua afirma que la literatura infantil entró en la escuela y eso asegura un mercado muy interesante. “Los libros infantiles que son adoptados por las escuelas, es decir, que se convierten en libros de prescripción –según el vocabulario usado por las editoriales– tienen una venta constante y regular. En cambio los libros para adultos tienen su pico de ventas en el primer año de lanzamiento, y salvo los que se convierten en clásicos y unos pocos best-sellers, después del primer año se venden muy poco”, asegura la autora, que trabajó durante quince años como redactora creativa en agencias de publicidad, y actualmente sus ingresos más importantes en materia de derechos de autor provienen de la literatura infantil. 



Sin embargo, la literatura como actividad redituable va más allá de cuánta plata deje en la billetera a fin de mes, porque puede medirse en los triunfos personales que brinda. “Algo de lo que me renueva y me compromete a seguir así es que cada vez que voy al supermercado, le compro algo a mi nene, la llevo a cenar afuera a mi chica, o le puedo invitar una cerveza a mis amigos, sé que ese dinero viene de escribir”, se alegra Leonardo Oyola.

domingo, 8 de julio de 2012

Las frases de los chicos que los escritores no pueden olvidar


La Feria del Libro Infantil y Juvenil, que empieza mañana, es un momento de encuentro que deja huellas.

(Por Julieta Roffo). Hay algo en los chicos que resulta paradójico: es muy posible esperar de ellos salidas simpáticas, emotivas o desprejuiciadas y, sin embargo, cada vez que eso ocurre, no dejan de sorprender. Los más chicos pueden descolocar a los adultos con pocas palabras. Y la literatura no está exenta de ser un escenario posible para sus salidas. Bien que lo saben los escritores e ilustradores de libros infantiles, acostumbrados a codearse con sus pequeños lectores en escuelas, presentaciones y talleres. Sensibles como pocos a las sutilezas y matices de las palabras, los escritores atesoran su propio anecdotario de diálogos y observaciones de los más chiquitos, tan certeros y filosos como flechas.
La Feria del Libro Infantil y Juvenil, que abre mañana sus puertas en el Centro Municipal de Exposiciones, es, para ellos, una oportunidad especial para reencontrarse con esos jueces sinceros y apasionados de sus textos y lograr eso tan difícil para los que escriben: la devolución del lector.
En esta nota, escritores e ilustradores recuerdan esos momentos en que los chicos los volvieron cómplices y dejaron en su memoria frases imborrables. Cuando mañana empiece la Feria, miles de chicos podrán acercarse a estos y otros cientos de autores. Y es probable que la sorpresa no se la lleven ellos.

Norma Huidobro

Escritora

“Casos de Anita Demare”, “El ladrón de ciruelas”, entre otros.

Autora de series policiales para chicos, Norma Huidobro recuerda una anécdota que la emocionó: “Una vez, una nena de unos 9 años me contó que estaba leyendo mi novela ‘Sopa de diamantes’ y que la tuvieron que internar de urgencia. ‘Tuve que salir corriendo, me llevaron casi de los pelos al Hospital, y agarré una sola cosa: el libro. Lo había empezado y no lo podía dejar’, me dijo. Me sorprende la capacidad que tienen los chicos para apropiarse de lo que leen, para adaptarlo a sus gustos y necesidades, para identificarse con los personajes, es maravilloso”.

María Inés Falconi 

Escritora

“Caídos del mapa” , “De cómo Romeo se transó a Julieta” y otros.

La serie “Caídos del mapa” de María Inés Falconi, cuenta con diez episodios y miles de lectores. Hace unos diez años, en Bahía Blanca, docentes y padres debatían con la escritora sobre el lenguaje coloquial de sus libros, “muchas veces cuestionado porque reproduce el habla de los chicos y puede incluir alguna mala palabra”, explica la escritora. Alcanzó con que una nena de unos doce años pidiera hablar: “Lo que ustedes no entienden es que nosotros hablamos así para que ustedes no nos entiendan”, sentenció. “Y se terminó la discusión”, concluye Falconi.

Diego Bianki

Artista plástico — ilustrador

“Con la cabeza en las nubes”, “Nariz de higo”, “Candombe”.

El artista plástico Diego Bianki, a cargo del sello independiente Pequeño Editor, también ofrece talleres vinculados a los libros. Uno surgió a partir de la edición de “Con la cabeza en las nubes”, con fotos del cielo tomadas por Bianki, intervenidas por distintos ilustradores. “Nunca deja de sorprenderme la creatividad, la lucidez, y la ausencia de prejuicios de los chicos. Mientras que cualquiera lee un texto o una imagen de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, ellos giraban las hojas para todos lados, enfrentaban el desafío de una manera que yo ni imaginaba”.



Leonardo Oyola

Escritor

Bolonqui”, “Hacé que la noche venga”, “Kryptonita” y otros.

“Hacé que la noche venga”, “Kryptonita”, pero sobre todo “Bolonqui” se han convertido en material de lectura en muchas escuelas secundarias. Pero fue en el Instituto de Menores Agote donde el hombre detrás de esas letras, Leonardo Oyola, se emocionó especialmente: allí hay chicos que serán trasladados a la cárcel al cumplir la mayoría de edad. “Uno de los pibes me dijo que le ayudé a ‘robarla un poco’, que en la jerga es pasar el tiempo. Eso me marcó”, reflexiona Oyola, y agrega: “El ambiente puede ser más hostil pero a todos nos gana la ficción”.

Paula Bombara

Escritora

El mar y la serpiente”, “Eleodoro”, “La cuarta pata”, entre otros.

Paula Bombara, ganadora de la última edición de Premio Barco de Vapor, viaja por escuelas de todo el país. En marzo, en San Salvador de Jujuy, una alumna de unos 15 o 16 años contó ante la autora, sus profesores y sus compañeros que luego de leer ‘El mar y la serpiente’, que trata sobre la última dictadura militar, se lo dio a su mamá para que también lo leyera. “La madre se conmovió y le contó a su hija que tenían un tío desaparecido. Entonces, la chica le pidió que iniciaran la búsqueda de sus restos, movilizó a toda su familia”, cuenta la novelista.

viernes, 6 de julio de 2012

En el Segmento 7


Mañana sábado 7 en el -valga la redundancia- SEGMENTO 7 de Vorterix, conducido por Guillermo Hernandez y Joaquin Hidalgo, vamos a estar charlando de mis libros con Mariana Merlo, Mujer Maravilla del éter. En la 103.1. De 12 a 14.

jueves, 5 de julio de 2012

Debut cinematográfico

Con guión y dirección de Nicolás Prividera -el realizador de M- se estrena hoy en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín la película TIERRA DE LOS PADRES en la que con varios colegas -Hernán Ronsino, Félix Bruzzone, Martín Kohan, Carlos Gamerro, Gustavo Nielsen, Mariana Enríquez, Carolina Sborovsky entre otros- tenemos una breve participación. Desde hoy y hasta el miércoles 11 de julio, todos los días a las 14.30, 17, 19.30 y 22.

martes, 3 de julio de 2012