lunes, 19 de febrero de 2007
Reserva una plegaria
Me quedé afónico cuando largué el zapucay.
Terminé “Chamamé”.
Va para mi banda. Para mi socio.
Para los ladrones de guante blanco.
Para los que tenemos el mismo prontuario.
Para los que compartimos la misma condena.
Con mucho cariño, para todos los que nos denunciaron.
Para los que fueron testigos de cada vez que salimos de caño.
Para mi compañera en este crimen.
Para mi cachorro, feroz forajido.
Y para el más poronga de todos: mi maestro en este oficio.