El español David Torres con Niños de tiza y el argentino Guillermo Saccomanno con 77 fueron los ganadores del premio Dashiell Hammet, que concede la Semana Negra de la ciudad española a la mejor novela de género policial.
El jurado, cuya decisión se hizo publica hoy, valoró la “extraordinaria fuerza narrativa” de ambos trabajos que se “ajustaron perfectamente a las claves del genero negro para descubrirle a los lectores problemáticas sociales de actualidad y profundo calado histórico”. El año pasado, el premio había sido para otro argentino, Leonardo Oyola.
La novela 77 de Saccomanno aborda por primera vez en la ficción la trama de complicidades de la sociedad civil con la dictadura, en Argentina, que inauguró Jorge Rafael Videla, y pone sobre el tapete las distintas actitudes individuales y colectivas que favorecieron el golpe militar.
Saccomanno explica como el “terror llegó a anular la razón” en la historia de un profesor homosexual que decide investigar el paradero de uno de sus alumnos desaparecido y que se ve arrastrado por las circunstancias que le obligan a “tomar partido” y acoger en su casa a una guerrillera embarazada.
Torres ha conseguido el galardón con un relato sobre el asesinato de una niña paralítica en medio de un acto de corrupción en el proceso de convertir Madrid en ciudad olímpica. El premio de relatos policiales, que concede la Semana Negra junto con el Ateneo Obrero de Gijón, fue a parar por tercera vez consecutiva a manos del cubano Rodolfo Pérez Valero con Dioses y Orishas, una obra que cautivó al jurado por el “respeto” estricto a las reglas del género.
El premio “Silverio Cañada” fue, ex aequo, para Se que mi padre decía, un chantaje de un hijo poco escrupuloso a su padre de Willy Urbino y para Conducir un tráiler, del mexicano poeta y ensayista, residente en Nueva Zelanda, Rogelio Guedea.
En tanto, el galardón que lleva el nombre del periodista y escritor argentino, Rodolfo Walsh, fue para Mala Vida, de Carles Quiléz, quien aseguró que se trata de un “pequeño homenaje al periodismo de investigación, fuente de nutrición para la novela negra”.