domingo, 12 de diciembre de 2010

Las 8 preguntas

1) ¿Qué error le molesta más advertir en un texto literario y cuál es el último que halló en el libro que está leyendo o que acaba de leer?

Las erratas. Me hacen salir del mundo al que me habían llevado. Y ahí me pongo más forro que el Mago Enmascarado –ese hijo de puta que sale en la tele mostrando como se hacen los trucos de magia- y veo al autor, al editor, a los correctores y me pregunto: “¡¿Cómo se les escapó?!” Una muy buena novela con una lectura hiper interrumpida es Los hombres de paja de Michael Marshall. Tiene una cantidad pornográfica de erratas.




2) ¿Qué situación de su vida cotidiana encontró reflejada con sorpresiva exactitud en un libro, una película, una canción o cualquier obra de arte?
Loco corazón captura lo que es el proceso creativo. Muestra todo lo que dejamos de lado para escribir. Y a las personas que nos aguantan y que nos sufren mientras estamos en la nuestra. La gran enseñanza de esta película chiquita y redonda está en esa canción que compone el Bad Blake de Jeff Bridges: “parece algo conocido y que fuera de otro”. Eso me pasa a mi cuando termino algo. Desde ese momento no me pertenece. Es de otro. Es de otros. Es como si hubiera estado ahí siempre.




3) ¿De qué lugar, personaje común o circunstancia en general que ofrece Mar del Plata se apropiaría para incorporarlo como pasaje central de alguna de sus obras?
Para una antología de Mondadori, Uno a uno, escribí Tony Plana que ocurre la madrugada de un domingo de noviembre de 1996, cuando se reanudó el festival de cine. Pasa en un bar sobre la avenida Luro y después en una YPF cerca de Punta Mogotes. Recuerdo con mucho cariño a la ciudad y a la gente con la que compartimos ese momento. Ojota: a todos menos a la policía y al Decreto Nro. 1555.


4) ¿Cuál es el mejor diálogo que recuerda entre dos personajes de ficción?
En el libro de Charly Salem Yo lloré con Terminator 2 hay un cuento que se llama De parte del Señor Brown, en el que son imperdibles la charla que mantienen el Harly y el Poe con el hijito de una puta y una discusión entre ellos que se va al carajo por las máscaras que tienen que usar para asaltar un telo. Hay una de Bugs Bunny y otra de Tweety. Y ninguno quiere ser Tweety. Terminan apuntándose en la jeta con sus respectivos chumbos hasta que el Harly afloja.


-Está bien. Yo voy a ser Tweety.
-¿Ves? Hablando se entiende la gente.




5) Si le permitieran ingresar en una ficción y ayudar a un personaje, ¿Cuál sería y qué haría?
Aunque se me diera esa posibilidad, no creo tener ese derecho en las ficciones ajenas. Ni siquiera en las mías ya publicadas.


6) ¿Recuerda haber robado un libro alguna vez? ¿Cuál o cuáles?
Abandoné la actividad con una tentadora edición de La ciudad de los locos de Juan José de Soiza Reilly. Del hecho que más orgulloso estoy –por haber sido en una cancha difícil, por la frialdad en la ejecución de la jugada, por lo justiciero de la maniobra debido al precio exorbitantante del ejemplar y por el increíble relato titulado Screwjack- es de Mezcalito de Hunter S. Thompson. Y por inercia, deporte o reflejo durante un corte de luz en un shopping me llevé con total impunidad Fantasmas de Chuck Palahniuk mientras libreros y personal de seguridad corrían detrás de otros clientes que habían manoteado a troche y moche de todo antes de abandonar la escena del crimen. Se sabe: la oportunidad hace al ladrón.



7) Un extraño hongo se esparce por su biblioteca y consume de manera irrefrenable los libros. Solo dispone de unos segundos para actuar y salvar a tres de ellos. Lo que usted hace para ganar tiempo es arrojar a la voracidad del hongo a otros tres libros. ¿Cuáles serían los sacrificados y cuales los salvados?
Man: en junio de 2008, por una neumonía viral, casi me mudo al otro barrio. Si es como vos decís: que el hongo ese conchudo se morfe entera mi biblioteca, los discos, mi casa y hasta el perro; que yo ni bien me entere de su presencia me tomo el palo lo más lejos posible.


8) Se le concede la extraordinaria excepción de hacerle una pregunta a uno de sus tantos escritores predilectos. ¿Qué le preguntaría?
Jefe, ¿tomamos una cerveza?

Publicado en el suplemento de cultura del diario La Capital, de Mar del Plata.