En Siete & el Tigre Harapiento usé un disco de Duran Duran para titular cada uno de sus capítulos con el orden de las canciones de ese trabajo discográfico. Para Hacé que la noche venga nombres de series clásicas de televisión ambientadas en el far west. En Chamamé corresponden a los versos completos de una canción de Bon Jovi, dejando el estribillo para marcar los finales de la primera y segunda parte. En Gólgota utilizo los misterios para rezar el rosario. Y en los libros de la saga de la Víbora Blanca –Santería, Sacrificio, Aquelarre y Amén- el nombre y la forma en que salen las cartas de la baraja española utilizada para adivinar el futuro. Por ejemplo: La sota de copas al revés. En Bolonqui un partido de truco. En el índice de mi última novela se lee la letra de este clásico de Poison. O más o menos. En septiembre, llega a librerías Kryptonita.