Muchísimas gracias, amiga.
No suelo hacer comentarios de libros. Les resultará irónico, pero seriamente no sé hacerlo. No sé bien qué se debe decir para decir algo de un libro.
Pero hay libros y libros. Y con este parece que voy a hacer una excepción.
Veamos. Conocía al autor por recomendación de amigos y porque me encargué de la producción gráfica de una de sus novelas, Bolonqui, que publicó Grupo Norma en el 2010. Pero era tal el “bolonqui” en el que la editorial se encontraba por ese entonces, que hice las valijas y me marché justito unos días antes de que el ejemplar llegara de imprenta, por lo que me quedé con las ganas de llevármelo a casa. (Por supuesto el ejemplar sí llegó a la feria correspondiente, en el momento justo, así que mi misión técnicamente estaba cumplida, pero el libro sin leer).
Hasta que otra vez me tocaría encontrarme con un nuevo libro suyo, un poco anticipadamente también. Y es que en esta etapa trabajo editando el boletín de novedades de otra editorial, que ahora publicaría su nueva novela, así que un mes antes de que Kryptonita viera la luz, yo ya leía unas pocas líneas para seleccionar los párrafos que la presentarían en sociedad entreviendo que algo muy poderoso estaba por llegar a las librerías y a mis manos. Simplemente puedo decir que cuando leí el nombre del protagonista intuí que sería una historia fuera de lo común y supe que la buscaría y que la leería (y casi les diría que hasta supe que me encantaría). Pero como tantas otras cosas del orden intuitivo que me suceden, no puedo explicar muy bien por qué.
Y entonces llegó el día.
Complicidad desopilante, lealtad, sonrisas y tristezas que salen a bailar, valentía en estado puro, aventuras, códigos sagrados: Vidas Súper Poderosas.
Decir que te enamoraste de un personaje es un disparate, eso dejénlo por mi cuenta.
Ojalá puedan hacerlo, para entender lo que trato de decirles.